Una oportunidad, un regalo

Hacía tiempo que quería dedicar unas líneas a este tema, que he titulado:  “Una oportunidad, un regalo”.

Algunas personas os estaréis preguntando qué nos quiere decir Noelia con este titular.

 

Bien, hoy quiero hablaros de lo que ha supuesto para mí el proceso de certificación como Coach Ejecutivo Profesional por AECOP.  

Pienso que este post puede ser ilustrativo para aquellas personas que me conocéis y sabéis de mi vocación por trabajar en el desarrollo de personas y organizaciones, así como aquellas personas que no me conocéis en mi faceta personal y/o profesional, y queréis saber más sobre Coaching, la esencia del propio proceso de Coaching así como el camino para certificarse como Coach Profesional. certificaciones-en-coaching-de-aecop/

He hablado en otros momentos en este blog y en otros foros, de la importancia de profesionalizar esta profesión.

Sí, he dicho profesión, pues soy de la opinión de que ser Coach es una profesión que, sin duda, estamos haciendo que se profesionalice, y no se caiga en el tópico de que “cualquiern persona puede hacer Coaching o sucedáneos”

En este sentido, el propio proceso para ser Coach es una oportunidad del latín opportunitas, es la coyuntura y la conveniencia de tiempo y de lugar. Las oportunidades surgen en determinados momentos de vida (es cuando dices eso de “es mi momento” o “no era el momento”). Pero lo importantes es estar atento a las oportunidades que se presentan y aprovecharlas, o encontrarte con personas a lo largo de tu camino de vida personal y profesional que, de una manera o de otra, te acompañan a descubrir esa oportunidad de la que no eras consciente.

En este sentido, agradezco a todas aquellas personas con las que me he encontrado en el camino y han hecho posible que hoy sea Coach. A aquellas que confiaron en mí, me apoyaron y disfrutamos de muchos momentos, compartimos proyectos, sueños, y superamos dificultades juntas, …a aquellas personas a las que he acompañado en el camino de alcanzar sus logros, sus metas,…. Y cómo no! también a aquellas personas con las que no comparto filosofía de vida, con las que he vivido momentos desmotivantes y duros en ocasiones, con aquellas que no me lo han puesto fácil, …pero todos estos momentos los doy por bien empleados. Me han ayudado a crecer, a madurar, a ser mejor persona y profesional.

Por eso pienso que el propio proceso para convertirme en Coach Profesional ha sido y es un regalo, entendido como “Gusto o placer que proporciona una cosa a una persona”. Incluso va más allá, pues no sólo provoca satisfacción, sino que te ofrece la posibilidad de auto descubrirte, de ser consciente sobre ti misma, te da la oportunidad de cambiar, de crecer, de evolucionar,….y desde tu propio autodescubrimiento te favorece en el desarrollo del trabajo como Coach.

Y hoy quería compartir esta reflexión con todos vosotros y vosotras, para invitaros a aquellas personas que queréis ser profesionales del Coaching, a que viváis esta experiencia como coachees, y a aquellas personas que no tenéis en mente el Coaching en vuestra vida profesional, que le deis una oportunidad, pues es un regalo.

Tú decides.