Es
el título de un libro que he leído en muy pocas días. Un libro que me ha
cautivado. Un título con el que me identifico plenamente. Un título que te
lleva a pensar, a recapacitar.
Lo
curioso es que hace una semana terminaba un libro sobre el concepto de
Resilencia, y me resultó mucho menos atrayente que las páginas escritas por
María de Villota. www.mariadevillota.es
Ella quiso compartir una experiencia de resilencia muy
potente, para despertarnos del letargo, en el que vivimos en muchos momentos, olvidándonos
del “aquí y ahora” en el que insisto en cada sesión de Coaching.
Como
Maria de Villota señala, sólo aquellas personas que hayan sufrido una situación
parecida, somos capaces de abrir, enfocar y dirigir nuestra mirada hacia un abanico
enorme de posibilidades, y construir nuevas y enriquecidas alternativas, a
partir de aquéllas.
En
este sentido, la lectura de “La vida es un regalo” me ha traído recuerdos del
significado que tuvo para mí el 26 de enero de 2009. Aquel accidente de coche, que
me regaló una nueva mirada, y que un año después me llevó a pilotar www.podersaberquerer.com
La
lectura de este libro me ha llevado a no olvidarme de los afortunados que
somos, y a veces, no tomamos consciencia de ello, pues estamos preocupados por
aquello que está por conseguir, y no nos detenemos a saborear los logros
alcanzados, y esos pequeños grandes detalles de los que está repleto el día a
día.
Me
pregunto (y te traslado este reflexión) en si es necesario que algo potente
ocurra (accidente, fallecimiento, enfermedad, pérdida de los valores, pérdida
de lo valioso y de lo significante en nuestras vidas…) para tomar consciencia
de este regalo, que es la vida.
El
libro de Maria de Villota ha vuelto a despertarme, y apostar por los proyectos
que soñé y sueño cada día. Y en esta carrera de fondo, y ahora más que nunca, tenacidad
y coraje, son las claves.
Claves
que no le han faltado a esta mujer, piloto de Fórmula 1, a lo largo de su
trayectoria profesional, superando barreras culturales, sociales, deportivas en
un deporte pensado para hombres, y que Maria amaba y llevaba en los genes.
Yo,
personalmente, no conozco el mundillo de la Fórmula 1, y me ha sorprendido la
preparación tanto física como psicológica de Maria de Villota.
Si me preguntarais
qué me evoca su historia, señalo valores de sacrificio, pasión, energía
positiva, confianza en una misma, creerse capaz de alcanzar la meta, escuchar
(se), amar (se),…y la paradoja es que muchos de estos valores los tenía, pero
solo fue capaz de verlos en su máximo esplendor a raíz del accidente.
He
querido escribir estas líneas en homenaje a una gran mujer, que nos ha hecho un
gran regalo. Hoy quiero compartir con todos vosotros y vosotras esta reflexión,
y simbólicamente hablando, provoque en cada uno, “un efecto accidente”, y nos
levantemos cada mañana con una sensación de: “la vida es un regalo”.
Y
como suelo decir en los procesos de Coaching: Tú puedes hacer que suceda.
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