Emociones en_red@das

Recuerdo que un cliente, me preguntó hace ya algún tiempo, “¿Qué es eso de las redes, del LInkedIN, Facebook, y esas palabras tan técnicas?”. Me expresó su miedo a no estar al día, y en la red, la famosa red.

Tenía muchos interrogantes que, a todas las personas, de una manera u otra nos han venido a la mente, cuando nos iniciamos en esto de las “redes sociales”:
•¿Qué ocurre si no me doy de alta en alguna red?... ¿que “no seré nadie”?. ¿Y en cuál?
•Pero realmente para qué sirve, o no acabo de ver para qué me puede servir a mí,…a mi negocio…
•¿Qué implica estar metido en una red de esas? ¿Tiempo delante del ordenador?. ¿Pero no nos dicen que es mejor tratar en persona..??
•…
Este cliente no es diferente a muchas otras personas que utilizamos las redes sociales. Cada uno con sus emociones.

Miedo a no estar, y el miedo a estar ¿pero con qué rol? (recientemente se debatía en LInkedIN sobre el rol que cada persona adoptaba en la red). Existen aquellas personas que han apostado por las redes sociales, como medio para expresarse, para liberar el poeta, el escritor, el talento que llevan dentro,…O aquellas otras que han identificado una oportunidad para darse a conocer en su ámbito personal y/o profesional; otras muchas personas lo sienten como un canal de comunicación infinito con el que llegar a todas partes; otras personas lo viven como un espacio abierto, de libertad, de expresión; y las que lo utilizan como un escaparate para vender sus productos/servicios, ¿por qué no?. Darse a conocer con un clic, a millones de personas que quieran conocer sobre esa temática, persona, organización,…; ¿y qué me dices de aquellas que quieren compartir conocimiento, o preguntas existenciales, e incluso oportunidades de negocio,…?

Por lo tanto, todas las personas usuarias, de alguna manera, buscamos un objetivo en las redes sociales (estar simplemente, participar activamente, compartir, colaborar, “vender”, expresarnos, difundir una idea, influir sobre el resto, aprender, buscar alianzas, sentirnos cómodos en un entorno diferente al tradicional,…, etc.) y a través de ello, conocernos en este amplio espacio social. Por ejemplo, cuando intervenimos en los debates con nuestro “yo y nuestras circunstancias”, o por ejemplo, cómo son nuestras reacciones en la red cuando no sabemos de un tema, ¿mostramos nuestro yo con sus puntos fuertes y también los “débiles”?,…
La red nos permite respirar hondo y no dejarnos llevar por las emociones del momento. Incluso nos permite expresarnos de una forma libre, aunque luego decidamos no publicar nuestra valoración,… surgen nuestros miedos de imagen (la que proyectamos o queremos proyectar).

De hecho, cuidamos “qué” decimos y “cómo” lo decimos, pues de alguna manera, estamos expuestos, o como me decía mi cliente, “sí es una ventana abierta al mundo, pero en la que te sientes muy expuesto”. Bueno, le dije yo, hasta donde tú quieras y decidas.
Y sobre la pantalla escrita se puede mal interpretar nuestro mensaje, esa idea,..o hay personas que quieren dar una imagen muy diferente a cómo es su realidad. Nuestros comportamientos en la red quedan registrados y son el histórico que el resto de usuarios pueden observar y conocer,… De hecho, hoy en día las empresas de selección y búsqueda directa admiten como fuente de información las propias redes sociales, pues es un indicador más de cómo somos las personas.

Las interrelaciones que se establecen con los “contactos” nacen desde un conocimiento breve, concreto, pero desde el anonimato inicial, provocado por una intervención en un debate, por una aportación interesante, porque podemos tener puntos en común que pueden derivar en futuras alianzas,….es una puerta abierta a oportunidades.

Y después de conversar con aquél cliente, me rondaba en mi cabeza la reflexión que hoy comparto con vosotros: ¿emociones en_red@das? Esa capacidad para expresarse y reconocer las emociones de los demás a través de la red, en el “que” y “cómo” se escribe, se opina, se cuenta, se visiona, se comunica….