“La otra mirada”

Una nueva mirada, una mirada diferente, la otra, la otra mirada.
Esa mirada que me descubre y que me invita a mirar hacia un lado, hacia otro, y hacia más allá. Esa mirada que nunca miré. Quizás sin querer o queriendo, siendo o no consciente. Y ahora miro de otra manera, con la otra mirada aprendida, atrevida, de quien quiere, puede y sabe mirar de otras maneras….

No es un trabalenguas, ni tampoco una adivinanza,…Es la reflexión de uno de estos días veraniegos en tierras de Asturias, de Cantabria y de Castilla León.
Pasamos unos días en Arenas de Cabrales, con la sana y saludable intención de hacer la ruta del Cares (muy recomendable por cierto). Ya en mis años mozos, había caminado la ruta, pero esta vez fue diferente, miraba con otros ojos, y en esta primera entrada postvacacional, quiero compartirlo con vosotros y vosotras.

Decidimos partir desde Poncebos para caminar 12 kilómetros y llegar a Caín, atravesando la Garganta del Cares.

Un recorrido sencillo, salvo los dos primeros kilómetros algo más costosos, pero dosificando fuerzas es un recorrido fácil de realizar. Un recorrido señalizado y transitado por miles y miles de personas en estas fechas. No hay pérdida.

Miras a tu alrededor y observas el silencio roto por la caída del agua entre las rocas, la fuerza del agua del rio Cares deslizándose por la Garganta. Paramos a saborear el paisaje, el momento. No teníamos prisa. Si es cierto que las guías turísticas señalan que es un camino para realizarlo entre 3 horas, y 3 horas y media. Si bien es cierto que según nos dijo un experto de la zona, “quien haya realizado la ruta en menos de dos horas y media, que vuelva a realizarla, pues no ha perdido de vista los cordones de sus zapatillas”.

Finalmente llegamos a Caín, concejo singular metido entre las montañas que saluda al río a su pasar. Concejo lleno de vida, de las personas que culminan la ruta del Cares. Algunas deciden parar a repostar, otras a contemplar su belleza, otras a respirar tranquilidad,…remanso de paz que te inspira, y del que surge esta entrada en el blog.

Mientras escuchaba el río en su esplendor con una gran cascada que refrescaba el ambiente, pensaba en mi profesión de Coach y la relación que tenía con la Ruta del Cares. Pues sí!, la tiene y mucha, ya que hasta ahora habíamos caminado por un recorrido conocido, señalizado, sin grandes dificultades, observando a la sabia naturaleza. Veíamos aquello que nosotros éramos capaces de ver: nuestra mirada. Y como os he relatado e ilustrado, vimos paisajes hermosos.

Lo mejor estaba por llegar, pues por la tarde teníamos previsto hacer una excursión que nos permitiría, con los todo-terreno, recorrer sitios inaccesibles del Parque Nacional de Picos de Europa, y por lo tanto, tener otra mirada que en compañía de un guía ( http://vivepicos.com/), nos muestre lugares espectaculares, diferentes, sorprendentes,..emocionantes, nuevos,…inesperados… y llenos de hermosura, de sensaciones…

Alcanzamos lugares únicos, que nos permitían divisar Asturias, Cantabria y Castilla León, desde arriba pisando tierra firme. Con las explicaciones de nuestros guías que nos mantenían atentos en todo momento, conversando sobre la fauna, la flora, la arqueología,….las aventuras por aquellos lares, anécdotas, historias que quedan en el recuerdo.

Gracias desde aquí por enseñarnos la otra mirada, en la que nos acompañasteis aquella tarde.

Estábamos satisfechos con nuestra ruta del Cares, pero lo que nos llevamos y descubrimos con “la otra mirada”, es mucho más de lo que esperábamos. Y quedará en el recuerdo y en nuestra forma de “qué” y “´como” caminar en la vida, personal y profesional.

Cierro los ojos y recuerdo cada fotograma de esa pequeña aventura. Me refuerza el mensaje que muchas veces lanzo en mis sesiones de Coaching Grupal y/o Individual: el Coaching es una herramienta que está a nuestro alcance y que con un buen Coach se puede alcanzar esa otra mirada, que te acompaña por caminos desconocidos, de cambio de rumbo, no señalizados, pero en los que encuentras respuestas a muchas de las preguntas que nos hacemos cada día.

He de confesaros que en un primer momento, la idea de subirme a un todoterreno e ir por lugares de escasa accesibilidad, caminos forestales que sólo frecuentan animales, no me atraía demasiado.

Es curioso, me acordaba de algunas personas con las que me encuentro y son escépticas cuando hablo de Coaching. Sin embargo, aquellas personas que de inicio más escépticas se mostraban con esta herramienta, con el tiempo, han aplicado todo lo que aprendieron en ese camino, a través de una nueva mirada.

¡El Coaching, una nueva mirada!