“Organización y personas: palancas para el crecimiento de las empresas”.


El pasado miércoles 9 de junio asistí a una jornada de APD: “Organización y personas: palancas para el crecimiento de las empresas”.
Ya el título nos muestra a las personas como impulsoras de la sostenibilidad de las organizaciones. Sí, he expresado sostenibilidad que no crecimiento en sí mismo, con una perspectiva “medioplacista” que no “cortoplacista”.

En este sentido, se compartieron reflexiones y acciones concretas de posibles palancas, generadoras de efecto positivo y multiplicador. Muchas de ellas conocidas y escuchadas en otras ocasiones, pero al final nos hacemos la pregunta de ¡si es tan obvio, ¿cómo es posible que no accionemos esas palancas?!
Es una pregunta que cada persona tenemos que responder. Os animo a que la reflexión la abordéis desde dentro y desde fuera. Es decir, ¿qué estoy haciendo yo como persona integrante de la organización para ser un impulsor? ¿Y qué observo que está haciendo mi organización para favorecer el “crecimiento”? (No olvidemos que las percepciones confunden la realidad y los datos concretos, nos ayudan a visualizar correctamente la realidad.

Prestar atención a determinados “stakeholders”, concretamente los clientes y personas empleadas, como palancas básicas del éxito de las organizaciones. Desde la importancia y el reto de motivar a las personas, destacando el accionar la palanca del colectivo de “líderes”, haciéndoles conscientes de la importancia del compromiso en su estilo de interrelacionarse con las personas.

Se señalaba el dato preocupante de un 70% de personas empleadas, que están esperando a que vengan tiempos mejores para moverse a otras organizaciones. Lo de preocupante lo digo, no ya por la pérdida de talento en sí misma, sino por el hecho de qué está ocurriendo en nuestras organizaciones para que se den estas “fugas”. Por eso, se destacaba la necesidad de gestionar el talento, y aquí es donde apareció la palabra “reconocimiento” en más de una de las intervenciones, con un coste de esfuerzo y dedicación de tiempo a las personas, a conversar, a premiar sus logros, …

Se me ocurre compartir este pensamiento: “No esperemos a las posibles futuras desbandadas de personas con talento (parto de la base de que todas lo tienen, es cuestión de que seamos capaces de favorecer el entorno en el que lo muestren), estamos a tiempo de conseguir accionar las palancas para el progreso y evolución de nuestras organizaciones".
Y en este sentido, un aspecto muy vinculado al párrafo anterior, es la necesidad de clarificar y difundir los valores de la organización, como marca de empresa. “Vivir la empresa”, máxime en situaciones en las que se apuesta por la internacionalización como base para el crecimiento.

Apostamos por diferenciarnos en precio, producto/servicios,…y la tendencia nos conduce a la apuesta de diferenciarnos como marca “…nombre de la empresa”, ya que la marca lleva implícita muchas de las palancas que se han comentado.
Por último, pensemos que, los entornos poco favorables que nos está tocando vivir, podemos entenderlos desde la negatividad o bien desde la oportunidad, para activar los mecanismos de activación, provocadores de la evolución de las personas y de nuestras organizaciones.

Por eso, señalábamos a inicio que todas las personas somos pequeñas palancas para nuestro desarrollo. Y cada persona en su rol, y desde su actitud puede optar por contribuir a accionarla. ¿No os parece?.
Vuelvo a leer este post y me parece obvio, y me pregunto ¿Qué estoy haciendo como palanca en mi organización, en mi entorno, en mi proyecto,…??

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