Puede que ya te hayas incorporado al trabajo o estés a punto de hacerlo. En cualquiera de ambos casos, algunas sugerencias que te ánimo para tener en cuenta. TÚ decides.
1. ¿Exprimir hasta el último minuto de las vacaciones o regresar unos días antes? Pues DEPENDE.
Quienes llegan casi saltando del avión/tren/coche al lugar de trabajo, disfrutan y tienen su mente atenta al viaje, y no tanto a los pensamientos que rondan “el regreso”. Y por otro lado, hay personas que necesitan volver a casa unos días antes para situarse, organizarse y planificar una transición suave. Up to you!
2. Ya en tu actividad profesional, en el lugar de trabajo. Suele ayudar el tomarse un espacio de tiempo para ordenarte y clarificarte (la mente, el espacio, los correos, prioridades, etc.). ¡Pausa, piensa, organízate, actúa!
3. Es posible que no puedas elegir y las circunstancias (de la empresa, los clientes, el momento, preocupaciones de tu responsable, cumplimiento de objetivos, etc.…) te hagan entrar a un ritmo frenético. Lo entiendo.
Sin embargo, trata en la medida de lo posible de establecerte metas diarias. ¡Eso sí, metas realistas! Recuerda que llevas desconectada “x” tiempo, y es necesario calentar el músculo. Por eso, entra gradualmente y para lograrlo, toma decisiones de priorización.
4. ¿Recuerdas el tiempo que has podido dedicarte a ti mism@ (en la modalidad que sea: deporte, lectura, familia, contigo misma, aventuras, viajes, relax, etc.…). Pues, ¡haz un plan de mantenimiento!
Decide qué vas a continuar haciendo (siendo realista) y ponte límites (por ejemplo: salir a “x” hora cada día y respetarlo; hacer un día de teletrabajo si está implementado en mi empresa, quedar un día a la semana con …, ir al menos “x” días a…, etc.…)
5. ¡Compréndete a ti misma@!! Es natural que, al inicio, se haga un poco cuesta arriba volver a la “rutina” laboral. Por eso, permítete ir cogiendo el ritmo poco a poco. (sin juzgarte por no haber llegado a la innumerable lista de tareas que realizar, por ejemplo. En este caso, igual es mejor ajustar la tarea a la realidad del momento).
6. ¡Enfócate en lo positivo! Puede que tu trabajo no te motive en exceso o por el contrario, te entusiasme y esto mismo te ayuda a que el regreso sea más ligero. En cualquier de los casos, te animo a conectarte con aquello que te genera bienestar en tu actividad: ya sean las personas compañeras del equipo, la dinámica de tomare cafés y las conversaciones, los retos que tienes por delante este cuatrimestre, un lanzamiento nuevo, resolver determinadas incidencias que con la mente postvacacional ves de otra manera etc.
Gracias Juan Carlos por la fotografía
Algunas personas me preguntan: “Noelia, ¿Estas pautas son para aplicar todas a la vez?”. Y mi respuesta suele ser: “Adapta cada una de ellas a ti, a tu estilo, a tu contexto, y tunéalas”. Si bien, aquella pauta que adoptes, ¡hazla!, incorpóralo a tu día a día, y verás como funciona.
Llevo una semana aplicando estos seis puntos y funciona. Ya me contarás cómo te va a ti.
Noelia San Emeterio