"Entorno Protegido"


Expresión acuñada por un participante a un Programa de Coaching Ejecutivo, cuando hablábamos de una de las máximas en Coaching: “máxima confidencialidad”.
En el ejercicio del Coaching es una de las claves. Crear un “entorno” en el que el coachee se sienta “protegido”, con confianza, libertad y tranquilidad a la hora de expresar sus emociones, sus pensamientos, sus valoraciones, sus comportamientos, su expresión corporal.

Bien, pero qué ocurre cuando se da la situación en la que quien contrató al Coach (la propiedad entendida como quién o quiénes contratan/promueven el servicio de Coaching) pregunta cómo va el proceso de Coaching. Se presenta el ¿Dilema?. ¿Qué decir?. ¿Hasta dónde responder?.
La propiedad indaga e insiste. El Coach piensa “Es quien realmente me ha contratado”. En este sentido y acudiendo al código ético y de buenas prácticas de AECOP, una de las responsabilidades del Coach es “Dialogar con claridad acerca de la evolución del Coaching, tanto con el ejecutivo como con otras partes interesadas (sin perjuicio de los términos de confidencialidad acordados por las partes)”.
Por eso, es clave clarificar desde el inicio, los términos de esta confidencialidad, siendo conocedores el ejecutivo, la propiedad y el Coach. Y estando de acuerdo todas las partes implicadas. El Coach conocerá las necesidades de la propiedad (quieren conocer qué y cómo está evolucionando el proceso de Coaching, si la inversión ha merecido la pena,….) ¡qué mejor evidencia que el propio cambio que puedan observar en el ejecutivo/coachee! Y qué mejor contribución, que facilitar el “entorno protegido”.

De esta manera se evitarán malos entendidos o interpretaciones que provoquen un “entorno desprotegido”. Es responsabilidad, por lo tanto, de Coach, coachee y propiedad, el mantener un “entorno protegido”, si queremos conservar la confianza, en la que es necesario que se desarrolle un proceso de Coaching.Cuando en un Programa de Coaching me preguntan que necesitas para ser un Coach Profesional, insisto en la máxima de “máxima confidencialidad”.
La confianza es una herramienta que tenemos que trabajar y ganárnosla con nuestros comportamientos, con la expresión corporal incluso, con nuestras palabras, con los sentimientos que transmitimos en la conversación.

Recordemos que “La confianza sirve en las conversaciones más que el ingenio” François de la Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés

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